viernes, 14 de octubre de 2022

La evolución natural de la luz según Normagrup

 


por Romina Zarie para Iluminet 

Los módulos intercambiables son solo el comienzo en esta nueva etapa

En esta edición del Light + Building, alrededor de 30 representantes de la empresa española Normagrup asistieron desde diferentes partes del mundo. Entre ellos, el director de México, Pablo Fernández, quien nos recibió con una sonrisa, jamón ibérico y una copa de vino.

Empezamos el recorrido por el stand tocando uno de los temas más sonados de esta feria: la sustentabilidad. Por lo general, todos los componentes en una luminaria salvo el LED pueden ser reciclados. Énfasis en pueden, pues la mayoría del tiempo no se dispone de ellos de la forma correcta. Se debe primero separar los materiales para que puedan ser reutilizados – algo que no siempre es posible para el consumidor.

La nueva línea ELEMENT de Normagrup nos presenta una solución más práctica para el reciclaje. Éstas luminarias LED poseen módulos intercambiables, es decir, todas las partes son de fácil ensamblaje y se pueden reemplazar. En caso de que una parte del producto se dañe, se puede sustituir por la pieza necesaria y la averiada se enviará de vuelta a la fábrica. De esta forma no es necesario desechar la luminaria completa. Cada parte es retornable, reciclable y reemplazable.

La opción de reemplazar partes también se extiende a cambios en las ideas del cliente. El ángulo de difusión, la temperatura de color y hasta el envolvente completo pueden ser reemplazados por los distribuidores a cambio de las partes que el cliente ya no necesite, incluso si están en perfecto estado. Según Fernández, la meta a futuro es ampliar la ideología de ELEMENT a todos sus otros productos y alcanzar una economía circular, donde constantemente recuperen sus materiales y los regresen a circulación en vez de que sean desechados. 

Avanzando con el tour, Pablo nos presentó el sistema de SaLuz (Salud + Luz). Esta nueva tecnología de la división NormaLit sincroniza las luminarias con el ritmo circadiano. Esto mejora nuestros estados de ánimo a lo largo del día y el ciclo biológico de sueño y vigilia. La intensidad de la luz y la temperatura de color varía a través del día, siguiendo un temporizador automático que se configura de acuerdo a la ubicación geográfica. Empezando con una luz cálida de 2700K, la temperatura sube hasta 5000K durante el día, volviendo a 2700K para la puesta de Sol y así finalizando un ciclo de 12 horas. Debido a su registro geográfico, no es necesario reconfigurar en caso de un cambio de horario estacional.

Finalizando el recorrido, Pablo nos presentó las luminarias exteriores de emergencia de NormaLux y la división de NorClinic, especializada en iluminación de vigilia, ambiente y dispensarios médicos. Además, nos enseñó el sistema central de batería C24, controlado por la tecnología de NormaLink.

miércoles, 12 de octubre de 2022

El art déco y la luz, una celebración a los tiempos modernos



 por Pau Marín para Iluminet

Los felices años veinte trajeron consigo una corriente de “diseño” de iluminación con inspiración mecánica y espíritu futurista.

Algo que distinguió al diseño y la arquitectura en la primera mitad del siglo XX fue la búsqueda de la practicidad sobre la estética. A veces se cumplía, otras tantas solo se usaba como un pretexto para experimentar. La creatividad humana siempre encuentra un cause donde manifestarse con nuevas alternativas, en este caso hablaremos del surgimiento del art decó y su relación con la luz.

Como lo he mencionado en otras notas, estas nuevas ideas no surgieron de manera espontánea, sino que siempre respondieron a la realidad que se estaba viviendo en ese momento. En este caso, estamos al final de la Primera Guerra Mundial.

De nueva cuenta, el mundo buscaba reconstruirse tras el peor conflicto bélico que se había visto (hasta aquel entonces). Y en el caso particular de Francia, desde la trinchera de las artes decorativas sintieron la obligación de restablecer a su país como el líder internacional en comercio de lujo, tanto por orgullo nacional como por una contribución a la economía francesa. Solo que los antiguos diseños, alguna vez bañados de luz como el Grand Palais en los Campos Elíseos o las entradas del metro de Paris, ya no reflejaban el brillo de la Belle Epoque, ahora era un recuerdo agridulce de que el mundo estaba cambiando.

En la búsqueda (o necesidad) de alternativas, artistas como Hector Guimard, Eugène Grasset, y Paul Follot organizaron en 1925 la Exposition Internationale des Arts Décoratifs et Industriels Modernes en París donde surgiría este nuevo movimiento que influiría principalmente en la arquitectura y en las artes decorativas (incluyendo en una importante producción de diseño de luminarias), y si bien su nombre parte de «Arts Décoratifs», el término art déco sería acuñado 40 años después.

Uno de los cambios más notorios frente al art nouveau fue dejar atrás las curvas, los detalles inspirados en la naturaleza y la carga de ornamentos para dar lugar al uso de geometría (círculos, diamantes, triángulos, etc.), líneas simples y colores sobrios (o la falta total de ellos).

En el caso de las luminarias, y por considerar al metal como un material «moderno» y en tendencia, se usaba el cromo, aluminio, acero o bronce que con diversos tratamientos permitían distintos efectos con la finalidad de lograr una distribución eficiente de la luz.

Y esto no fue coincidencia, mientras más se extendía su uso, la iluminación eléctrica se mantuvo en un constante proceso de estudio cada vez más académico y estructurado. Por lo que fue natural el ejercicio por diseñar espacios con una luz más funcional en provecho de los usuarios. Ahora sabemos que el resultado no siempre fue efectivo pero lo importante radicó en el esfuerzo por probar nuevas ideas. Y como evidencia de ello, en un artículo de 1929 de la revista Lux, la revue de l’éclairage menciona que ”es incorrecto pensar que una habitación está bien iluminada porque uno está deslumbrado por el intenso estallido de los puntos luminosos de luz. Lo esencial, por el contrario, es que no haya un punto específico que canse la vista”.

Esto explica por qué diversos modelos de luminarias de techo utilizadas en esta época, a menudo parecieran estar “de cabeza”. La función de la pantalla invertida era proyectar la luz sobre el techo y para suavizarla y difuminarla.

El interés por esta nueva corriente permitió que diseñadores y artesanos como Paul Kiss, Edgar Brandt, Marius Ernest Sabino o Jean Perzel pudieran exponer sus modelos en espacios como la Grand Competition of Light en 1924 organizada por el Sindicato Unido de Electricidad, en la antes mencionada Exposición Universal de Paris en 1925 o en los Salons of Light en la década de los treinta. Sus propuestas que incluían modelos de iluminación directa o difusa, elementos que llamaron el interés del público y de la academia, lo que derivó también en la difusión de fundamentos fotométricos cada vez más especializados en grupos como la Societé pour le perfectionnement de l’éclairage y más adelante en la Comisión internacional de Iluminación (CIE).

Las expresiones de arte más recientes, más nuevas y más radicales en la industria parecen particularmente aplicables a las lámparas porque una lámpara resalta una habitación y bien puede ser extremo… y se esfuerza por ser una expresión de nosotros mismos, de nuestro tiempo y de nuestro entorno

Lamp Buyers Journal, 1930

Esta corriente siguió extendiéndose por todo el mundo y al cruzar el Atlántico, encontró un buen lugar para establecerse. Debido al periodo de abundancia durante los «felices años veinte» y el auge urbano en ciudades como Nueva York, se abrió la oportunidad de mostrar esta prosperidad con construcciones cada vez más altas. Ejemplos por excelencia fueron el edificio Chrysler, el Empire State o el edificio de General Electric, todos de estilo art déco. Y no quedó ahí, pues el uso tan distintivo de líneas rectas y geometrías comenzó a reproducirse en edificios de gobierno, teatros, hoteles y estaciones de transporte hasta convertirse en parte de la personalidad de esa década en Estados Unidos,

En cuanto a luminarias, uno de los exponentes americanos (aunque nacido en Alemania) fue Walter von Nessen, Donald Deskey y Walter Kantack. Sus diseños solían tener acabados metálicos y pantallas angulares de vidrio esmerilado montadas en metal cromado, latón o aluminio y persianas que podían inclinarse, rotar o girar completamente hacia arriba. Otra innovación (creada para eliminar el deslumbramiento) fue el diseño de un «faldón» escalonado ubicado en la parte inferior de las persianas para permitir que los rayos de luz se dirigieran hacia abajo.

En 1931 Donald Deskey fue el encargado de diseñar del apartamento de Samuel Roxy Rothafel (empresario de cine) sobre del Radio City Music Hall en el Rockefeller Center. Las luminarias de mesa, piso y pared jugaron un papel dominante en la ambientación y proporcionaron efectos de iluminación simples pero opulentos para acentuar la modernidad del espacio.

En México tuvo su momento de apogeo que permeó no solo en arquitectura sino como parte de un espíritu nacionalista reflejado principamente en la arquitectura, urbanismo, diseño de interior, en las artes y el estilo de vida entre 1925 y 1940. El art déco mexicano se puede observar en edificios públicos y habitacionales, cines, monumentos, parques, iglesias y en mobiliario urbanos como fuentes, bancas, postes de iluminación y señalización, jardineras, monumentos, basureros, etcétera. Y todavía se puede observar en colonias céntricas como en la Cuauhtémoc, Tabacalera, Santa María la Ribera, Condesa, la Roma, entre otras.

Esta corriente que emitía un aura futurista y de opulencia se fue apagando tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, pues se ahora se le consideraba como un estilo demasiado vistoso para tiempos de guerra y austeridad.

Como lo mencioné al inicio, la creatividad y el ingenio siempre buscaran una forma de manifestarse aún en tiempos difíciles. Entre las corrientes modernistas que derivaron de esta nueva crisis bélica se encuentra el brutalismo. Y así con el pasar del tiempo, cada nuevo estilo nace de la realidad en que se vive, siempre ha sido así y posiblemente continúe mientras sigamos caminando por este mundo.

Imagen de portada: Théâtre des Champs-Élysées, Dorchester Collection

FUENTES
Art Deco Lighting. The Journal of Decorative Arts
Art Deco of the 20s and 30s
Art Deco Lighting
Walter von Nessen
El Art Déco en la Ciudad de México: un movimiento arquitectónico 1925-1940
What Is Art Deco? An Overview of the 1920s Style