José Pons Pedro fundó Point 1920 hace ahora 100 años, cuando la industria del diseño ni existía. En 2020, la empresa familiar valenciana demuestra su robustez: no solo continúa su expansión internacional, ha recibido el Premio Nacional de Diseño y ha fichado a Mario Ruiz como director creativo
A la izquierda, José Pons Pedro en Argentina.
A la derecha, el hall de la planta baja del
Gran Hotel de Caldas de Oviedo en los
años treinta con muebles de Point 1920. |
POINT 1920 / CALDAS VILLA TERMAL
Su primer bestseller nació de una pequeña revolución. Primero tejido en mimbre y después en médula de ratán para hacerlo más resistente, el sillón Alga, de Alfonso Gallego, es un reflejo fiel de la historia que sustenta Point 1920, posiblemente la marca de mobiliario exterior más antigua de nuestro país y una de las pioneras mundiales en el sector. Una empresa familiar que ha sabido trasladar la esencia del Mediterráneo a proyectos internacionales de interiorismo para cadenas hoteleras como Four Seasons, W Shangri–La, The Langham o Hyatt Regency.
Su fundador José Pons Pedro ideó en la década que da nombre a la marca un método de trenzado que aportaba una asombrosa rigidez en las revueltas de los brazos. Esto evitaría que se rompiera y la pieza resistiría mejor el paso del tiempo. Por su fortaleza y extraordinaria belleza, fruto de una silueta aligerada con los calados del respaldo, el sillón Alga se convirtió en un asiento recurrente en los balnearios de la época. “Esta silla no la puede hacer cualquier artesano. Quien la trabaje necesita tener mucha experiencia porque se teje toda al aire y carece de estructura desde el asiento hacia arriba. El soporte de los brazos y del respaldo es el propio tejido que sube desde el asiento”, describe Vicent Pons, actual director comercial de Point 1920 y tercera generación en esta empresa familiar.
Esa forma innovadora de entender la unión entre la artesanía y el diseño que ha permanecido inalterable en su ADN es la que reconoce ahora el Premio Nacional de Diseño 2019 que otorga cada año el Ministerio de Ciencia e Innovación.
Sillón Alga. | POINT 1920
Pero 2020 es un año de celebración para Point 1920 por más razones. Al galardón nacional y la celebración del centenario de la marca, se añade la incorporación de Mario Ruiz como nuevo director creativo. El diseñador alicantino, reconocido con el mismo galardón en 2016 por su estilo atemporal, y creador del taxímetro más vendido de todos los tiempos, es uno de los nombres españoles que más suena fuera de nuestras fronteras, con exitosas colaboraciones para Arflex, Siemens o Teknion USA. Su trayectoria se une ahora a la de la firma valenciana, con la que comparte la perdurabilidad de sus diseños, como prueba el sillón Alga, tan actual hoy como hace 100 años.
Vestíbulo de la planta baja del Gran Hotel de Caldas de Oviedo decorado con piezas de mimbre y ratán de Point 1920 (en primer plano a la derecha, el sillón Alga). Los sillones y mesas de la firma valenciana conquistaron los hoteles que se promocionaban como "Máximo estilo y confort": el Hotel Covadonga de Oviedo, el Gran Hotel de Logroño... | CALDAS VILLA TERMAL
Point 1920 es el fruto de un sueño familiar que comenzó con la forzosa partida de José Pons Pedro a Buenos Aires a principios del siglo XX. La plaga de la filoxera había arrasado el campo de uva de moscatel en Marina Alta (Alicante) forzando la emigración de sus jornaleros al extranjero.
Pero 2020 es un año de celebración para Point 1920 por más razones. Al galardón nacional y la celebración del centenario de la marca, se añade la incorporación de Mario Ruiz como nuevo director creativo. El diseñador alicantino, reconocido con el mismo galardón en 2016 por su estilo atemporal, y creador del taxímetro más vendido de todos los tiempos, es uno de los nombres españoles que más suena fuera de nuestras fronteras, con exitosas colaboraciones para Arflex, Siemens o Teknion USA. Su trayectoria se une ahora a la de la firma valenciana, con la que comparte la perdurabilidad de sus diseños, como prueba el sillón Alga, tan actual hoy como hace 100 años.
Vestíbulo de la planta baja del Gran Hotel de Caldas de Oviedo decorado con piezas de mimbre y ratán de Point 1920 (en primer plano a la derecha, el sillón Alga). Los sillones y mesas de la firma valenciana conquistaron los hoteles que se promocionaban como "Máximo estilo y confort": el Hotel Covadonga de Oviedo, el Gran Hotel de Logroño... | CALDAS VILLA TERMAL
Point 1920 es el fruto de un sueño familiar que comenzó con la forzosa partida de José Pons Pedro a Buenos Aires a principios del siglo XX. La plaga de la filoxera había arrasado el campo de uva de moscatel en Marina Alta (Alicante) forzando la emigración de sus jornaleros al extranjero.
Pons fue uno de ellos, que con solo 14 años viajó a Argentina en busca de trabajo. Se estableció en el Delta de La Plata, célebre por el cultivo del mimbre, donde aprendería el oficio del trenzado de este material y de otras fibras naturales como el ratán.
También adquirió las nociones necesarias para crear su propia empresa cuando regresara en 1920 a su pueblo natal, Gata de Gorgos.
El fundador de la empresa valenciana, José Pons Pedro, había aprendido a trenzar el mimbre en Argentina, a donde tuvo que emigrar después de que la plaga de la filoxera arrasara el campo de uva moscatel en Alicante. | POINT 1920
Una marca amarrada al Mediterráneo
En este rincón alicantino creó su primer taller especializado en la fabricación de sillas, muebles decorativos, lámparas y objetos para el hogar con un fuerte componente de diseño. “Nuestro abuelo empezó a formar a sus vecinos como artesanos, convirtiéndose en poco tiempo en maestros del oficio. Su acierto fue aplicar nociones de diseño a técnicas tradiciones de artesanía, algo que nos define desde entonces. Cada sofá trenzado de Point 1920 requiere 40 horas de minucioso trabajo. Cada silla, no menos de seis y todas las piezas son elaboradas por expertos artesanos”, apunta Vicent Pons.
Point 1920 cumple 100 años de tradición artesana combinada con buen diseño. | POINT 1920
Su actual director comercial hace hincapié en que la suya es una historia de familias, la de todas las que han trabajado en esta casa desde hace 100 años, ya sean artesanos, diseñadores o comerciales. “Para nosotros ganar el Premio Nacional del Diseño es un reconocimiento al esfuerzo de cuatro generaciones y de más de 2.000 trabajadores que han hecho equipo –y familia– con nosotros”.
Point 1920 es una interesante excepción en el sector del mueble en España: fue una de las pocas empresas que llevaron el diseño de los talleres artesanos a la industrialización, antes del boom de las firmas de diseño en los años cincuenta y sesenta, y en un contexto histórico en España, la dictadura de Franco, que no favorecía esta conversión. En los años cincuenta, la marca inició su internacionalización con la primera planta de ensamblaje en EE.UU. que abrió su Juan Bautista Pons, el hijo del fundador, ya al frente de la empresa.
Talleres de Point 1920 durante los años sesenta. La industrialización e internacionalización de esta empresa familiar es una interesante excepción en el sector del diseño en España, en el que proliferaron pocos ejemplos en un contexto económico lleno de dificultades. | POINT 1920
Una década más tarde, la introducción del ratán en sus piezas abrió a Point 1920 las puertas a mercados como Alemania, Francia y Reino Unido, al tiempo que se consolidaba como referente del diseño por sus piezas elegantes y contemporáneas bajo la batuta del artista Gabriel Pons, quien lideró la innovación en colores y tapicerías. En paralelo, nacieron otros grandes iconos de la marca como el sillón Emmanuel, en homenaje a la emblemática película, actualizado ahora con nuevos acabados.
La llegada del revolucionario Shintotex
Una marca amarrada al Mediterráneo
En este rincón alicantino creó su primer taller especializado en la fabricación de sillas, muebles decorativos, lámparas y objetos para el hogar con un fuerte componente de diseño. “Nuestro abuelo empezó a formar a sus vecinos como artesanos, convirtiéndose en poco tiempo en maestros del oficio. Su acierto fue aplicar nociones de diseño a técnicas tradiciones de artesanía, algo que nos define desde entonces. Cada sofá trenzado de Point 1920 requiere 40 horas de minucioso trabajo. Cada silla, no menos de seis y todas las piezas son elaboradas por expertos artesanos”, apunta Vicent Pons.
Point 1920 cumple 100 años de tradición artesana combinada con buen diseño. | POINT 1920
Su actual director comercial hace hincapié en que la suya es una historia de familias, la de todas las que han trabajado en esta casa desde hace 100 años, ya sean artesanos, diseñadores o comerciales. “Para nosotros ganar el Premio Nacional del Diseño es un reconocimiento al esfuerzo de cuatro generaciones y de más de 2.000 trabajadores que han hecho equipo –y familia– con nosotros”.
Point 1920 es una interesante excepción en el sector del mueble en España: fue una de las pocas empresas que llevaron el diseño de los talleres artesanos a la industrialización, antes del boom de las firmas de diseño en los años cincuenta y sesenta, y en un contexto histórico en España, la dictadura de Franco, que no favorecía esta conversión. En los años cincuenta, la marca inició su internacionalización con la primera planta de ensamblaje en EE.UU. que abrió su Juan Bautista Pons, el hijo del fundador, ya al frente de la empresa.
Talleres de Point 1920 durante los años sesenta. La industrialización e internacionalización de esta empresa familiar es una interesante excepción en el sector del diseño en España, en el que proliferaron pocos ejemplos en un contexto económico lleno de dificultades. | POINT 1920
Una década más tarde, la introducción del ratán en sus piezas abrió a Point 1920 las puertas a mercados como Alemania, Francia y Reino Unido, al tiempo que se consolidaba como referente del diseño por sus piezas elegantes y contemporáneas bajo la batuta del artista Gabriel Pons, quien lideró la innovación en colores y tapicerías. En paralelo, nacieron otros grandes iconos de la marca como el sillón Emmanuel, en homenaje a la emblemática película, actualizado ahora con nuevos acabados.
La llegada del revolucionario Shintotex
Sillón Emmanuel. | POINT 1920
Su especialización en muebles outdoor no llegaría hasta los años ochenta. La crisis del ratán vivida entre sus países exportadores llevaría a Point 1920 a replantearse su producción y estrategia exterior, con la apertura de su primera fábrica en Vietnam. “Lo que parecía una arriesgada aventura nos abrió, sin embargo, las puertas al mercado asiático. A principios de los noventa, coincidiendo con la crisis posterior a la Expo, decidimos reforzar la venta fuera de España. Montamos un departamento específico de exportación e incrementamos nuestra apuesta por el diseño y la investigación en nuevos materiales y productos”, apunta Pons.
La incorporación del Shintotex, una nueva fibra reciclable de alta resistencia y flexibilidad con la que desarrollarían parte de su nueva producción, supuso un hito en su historia. “Fuimos de las primeras marcas del mundo que lo hicieron; en Point 1920 la innovación siempre ha sido uno de nuestros pilares.
Su especialización en muebles outdoor no llegaría hasta los años ochenta. La crisis del ratán vivida entre sus países exportadores llevaría a Point 1920 a replantearse su producción y estrategia exterior, con la apertura de su primera fábrica en Vietnam. “Lo que parecía una arriesgada aventura nos abrió, sin embargo, las puertas al mercado asiático. A principios de los noventa, coincidiendo con la crisis posterior a la Expo, decidimos reforzar la venta fuera de España. Montamos un departamento específico de exportación e incrementamos nuestra apuesta por el diseño y la investigación en nuevos materiales y productos”, apunta Pons.
La incorporación del Shintotex, una nueva fibra reciclable de alta resistencia y flexibilidad con la que desarrollarían parte de su nueva producción, supuso un hito en su historia. “Fuimos de las primeras marcas del mundo que lo hicieron; en Point 1920 la innovación siempre ha sido uno de nuestros pilares.
Desde hace dos años apostamos por la digitalización y la venta online –ha sido parte de mi labor– y en estos meses el trabajo no se ha detenido porque estábamos preparados. En 100 años hemos vivido toda clase de vicisitudes, y todas las hemos superado”.
Versión actual del modelo Alga. | POINT 1920
En la actualidad, Point 1920 vende en más de 70 países con delegaciones propias en Europa, EE.UU., Asia y Oriente Medio. En 2018 facturó más de 8,5 millones de euros con un ascenso del 78,10 % de sus exportaciones, manteniendo a su vez intacta la estructura familiar. “La cuarta generación ya ha empezado a trabajar en la empresa liderando algunas de nuestras delegaciones exteriores como la de EE. UU. Cada miembro de la familia tiene un área de especialización”.
En su extenso catálogo que aglutina más de 300 productos, dos ramas clasifican las propuestas de la firma. 'Classic' es la línea más tradicional, recoge la esencia de la firma y se basa en su trabajo artesanal de las fibras naturales. Se nutre de siluetas emblemáticas como la colección Alga; el sillón Bubble, también de Alfonso Gallego, con su característica forma redonda que simula un abrazo; o la línea Charlestón, evocadora del glamour de los años veinte.
Sillón Charlestón. | POINT 1920
La familia 'Contemporary', en cambio, engloba a las piezas más innovadoras fruto de la estrecha relación que mantiene con diseñadores industriales de todo el mundo. Además de sus históricas colaboraciones con Anita Schmidt o Hans Hofer (el padre de los sofás modulares), destaca el trabajo de Christophe Pillet, que presentó su primera colección para la firma alicantina en la pasada Feria Hábitat de Valencia.
Nuevos 'bestsellers' sostenibles: Weave y Paralel
Columpio de la colección Weave, del diseñador Vicent Martínez. | POINT 1920
Pero sus grandes iconos modernos llevan sello español. La colección Weave, de Vicent Martínez (Valencia, 1949), bate récords de ventas desde su creación en 2017 y ha cosechado numerosos premios internacionales. Entre otros, la Medalla de Oro de la Bienal Iberoamericana CIDI de Interiorismo, Diseño y Paisajismo o un galardón en los Global Excellence Awards 2018 que otorga la IIDA (Asociación Internacional de Interiorismo). Compuesta por 15 piezas entre columpios, mesas, tumbonas, sofás y sillas, se inspira en la técnica que usan los pájaros tejedores baya para crear sus nidos. Esto permite anudar fibra a fibra y con minuciosidad una estructura tan envolvente como relajada.
Gabriel Teixidó, referente del diseño patrio y conocido por sus creaciones austeras y alejadas del exhibicionismo formal, firma Paralel (2019), una de esas colecciones llamadas a convertirse en un clásico desde sus primeros bocetos. Tan robusta como suave y compleja en la riqueza de detalles, combina la teca con cuerda sintética para potenciar el confort de los asientos exteriores.
Sillón Paralel (2019), de Gabriel Teixidó. | POINT 1920
Al igual que en todo el archivo de Point 1920, la madera de Paralel procede de bosques de tala controlada, una de las bases de su plan de sostenibilidad que lleva desarrollando durante más de dos décadas.
Versión actual del modelo Alga. | POINT 1920
En la actualidad, Point 1920 vende en más de 70 países con delegaciones propias en Europa, EE.UU., Asia y Oriente Medio. En 2018 facturó más de 8,5 millones de euros con un ascenso del 78,10 % de sus exportaciones, manteniendo a su vez intacta la estructura familiar. “La cuarta generación ya ha empezado a trabajar en la empresa liderando algunas de nuestras delegaciones exteriores como la de EE. UU. Cada miembro de la familia tiene un área de especialización”.
En su extenso catálogo que aglutina más de 300 productos, dos ramas clasifican las propuestas de la firma. 'Classic' es la línea más tradicional, recoge la esencia de la firma y se basa en su trabajo artesanal de las fibras naturales. Se nutre de siluetas emblemáticas como la colección Alga; el sillón Bubble, también de Alfonso Gallego, con su característica forma redonda que simula un abrazo; o la línea Charlestón, evocadora del glamour de los años veinte.
Sillón Charlestón. | POINT 1920
La familia 'Contemporary', en cambio, engloba a las piezas más innovadoras fruto de la estrecha relación que mantiene con diseñadores industriales de todo el mundo. Además de sus históricas colaboraciones con Anita Schmidt o Hans Hofer (el padre de los sofás modulares), destaca el trabajo de Christophe Pillet, que presentó su primera colección para la firma alicantina en la pasada Feria Hábitat de Valencia.
Nuevos 'bestsellers' sostenibles: Weave y Paralel
Columpio de la colección Weave, del diseñador Vicent Martínez. | POINT 1920
Pero sus grandes iconos modernos llevan sello español. La colección Weave, de Vicent Martínez (Valencia, 1949), bate récords de ventas desde su creación en 2017 y ha cosechado numerosos premios internacionales. Entre otros, la Medalla de Oro de la Bienal Iberoamericana CIDI de Interiorismo, Diseño y Paisajismo o un galardón en los Global Excellence Awards 2018 que otorga la IIDA (Asociación Internacional de Interiorismo). Compuesta por 15 piezas entre columpios, mesas, tumbonas, sofás y sillas, se inspira en la técnica que usan los pájaros tejedores baya para crear sus nidos. Esto permite anudar fibra a fibra y con minuciosidad una estructura tan envolvente como relajada.
Gabriel Teixidó, referente del diseño patrio y conocido por sus creaciones austeras y alejadas del exhibicionismo formal, firma Paralel (2019), una de esas colecciones llamadas a convertirse en un clásico desde sus primeros bocetos. Tan robusta como suave y compleja en la riqueza de detalles, combina la teca con cuerda sintética para potenciar el confort de los asientos exteriores.
Sillón Paralel (2019), de Gabriel Teixidó. | POINT 1920
Al igual que en todo el archivo de Point 1920, la madera de Paralel procede de bosques de tala controlada, una de las bases de su plan de sostenibilidad que lleva desarrollando durante más de dos décadas.
Ser autosuficientes energéticamente con placas solares o el uso de materiales reciclables en todo el proceso son otros de sus objetivos alcanzados.
En nuestros muebles, explica Vicent Pons, "la selección de los tejidos no solo tiene un sentido estético, sino también funcional y de compromiso con el medioambiente.
Por eso, todos los materiales cuentan con certificaciones, son muy duraderos y de alta calidad, y permiten limitar el reemplazo y los residuos generados.
Y, por supuesto, son lavables y reversibles. Además, Point 1920 reduce los desperdicios textiles al colaborar con proveedores externos que los transforman en nuevos”.
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